Casona de campo restaurada en Hermigua
Casa Rural "La Casita" es una espaciosa casona de campo ubicada en la localidad de Hermigua, con alojamiento para hasta seis personas. En la reciente restauración de esta residencia de casi 100 años de antigüedad se ha combinado el estilo original con un equipamiento moderno y elegante. El mar queda a unos pocos minutos a pie.
La casa está distribuida en dos plantas. En la planta alta se encuentran uno de los dos baños con ducha y los tres espaciosos dormitorios, cada uno de ellos amueblado con una cama doble (150 x 200 cm), un armario y una cómoda.
La balconada que da acceso a los dormitorios, con su antiguo suelo de madera oscura, es uno de los principales atractivos de esta hermosa casa. Desde sus cómodos sillones se disfruta de unas fantásticas vistas del océano, Tenerife y, sobre todo, el imponente Teide.
En la planta baja están el segundo baño con ducha y la zona de día, una amplia estancia diáfana que comprende una generosa cocina-comedor –con lavavajillas y una gran mesa–y una sala de estar provista de todas las comodidades: dos sofás, mesa auxiliar, televisor y wifi.
Un mango proporciona agradable sombra a la enorme terraza, en la que otra mesa, las tumbonas y la parrilla invitan tanto a abandonarse al relax más absoluto como a disfrutar de una buena barbacoa.
Desde las inmediaciones parten varios senderos, hay un supermercado a unos pocos minutos a pie y el restaurante más cercano se encuentra a escasos metros.
Casa Rural "La Casita" se encuentra en el barrio de La Catalina, justo por debajo de la pequeña carretera que une el centro de Hermigua con la Playa de Santa Catalina.
El restaurante más próximo está a menos de 200 metros; el supermercado, a un 1 kilómetro, y la playa, a unos 500 metros.
De las inmediaciones parten al menos dos senderos. Uno discurre junto a la playa para atravesar Lepe y Agulo y ascender luego por el risco de piedra rojiza hasta el Mirador de Abrante. En el sentido opuesto, puede realizarse una bonita y cómoda caminata hasta el valle vecino y, pasando por los pintorescos caseríos de El Moralito y El Palmar, llegar a la Playa de La Caleta.