Rústico alojamiento en rincón retirado de Hermigua
Finca El Molino Viejo es un alojamiento rural escondido entre las plataneras y frutales del fértil valle de Hermigua, en un rincón retirado y, a la vez, muy próximo al centro del pueblo.
Este antiguo molino de gofio rescatado y reconvertido en un rústico y acogedor alojamiento rural es el escenario perfecto para unas vacaciones tranquilas y entrañables en La Gomera.
La sensación de serenidad y calidez te invade nada más cruzar la verja de entrada y pisar la gran terraza de piedra natural. El enorme tejado de madera sobresale por delante de la casa, formando un maravilloso porche –con mesa de comedor y sillas–, que es ideal para disfrutar de las comidas al aire libre o terminar la jornada con un buen vaso de vino. Si lo que apetece es una barbacoa por todo lo alto, el lugar dispone de una rústica parrilla.
A la vieja usanza canaria, el porche hace las veces de distribuidor de las tres estancias interiores de este alojamiento rural.
La primera es la sala-dormitorio: al fondo, dos cómodas camas individuales – que pueden unirse para formar una amplia cama doble– y un espacioso armario conforman la zona del dormitorio; el sofá, un sillón con lámpara de lectura y una mesa baja crean la zona de la sala. El sofá es un sofá-cama en el que pueden dormir un tercer adulto o dos niños. Las comodidades incluyen un televisor y conexión wifi.
Diversos detalles históricos, como la vieja piedra de molino o los aperos y utensilios que decoran las paredes rememoran los tiempos en los que Finca El Molino Viejo era de hecho un molino.
La segunda puerta conduce a la cocina, de aire tradicional pero provista de todo lo necesario para cocinar durante tus vacaciones. Aquí también hay una mesa de comedor con cuatro sillas.
La tercera puerta es la del baño con ducha. Se dispone asimismo de una lavadora.
Déjate cautivar por el espíritu de La Gomera en el singular ambiente del alojamiento rural Finca El Molino Viejo.
Finca El Molino Viejo es un alojamiento escondido entre las fincas y plataneras del barrio de El Rincón, en un rincón retirado y, a la vez, muy próximo al centro del pueblo. El coche se puede aparcar al lado de la finca. Se disfruta tanto de vistas del valle como de las montañas situadas tras la casa. Al centro del pueblo, que queda a un kilómetro más abajo, se llega en 8 minutos a pie o en un minuto con el coche. El sendero más próximo parte prácticamente de la puerta de la casa.