No es casualidad que la población local se refiera a Agulo como “el bombón de La Gomera”. Agulo reposa sobre un promontorio que se alza a unos 250 metros sobre el Atlántico, rodeado de vertiginosos riscos de roca rojiza y con vistas al portentoso volcán del Teide, en la vecina isla de Tenerife. La forma cerrada de este asentamiento fundado a principios del siglo XVII es única en Canarias: con su pavimento de adoquines y las estrechas y sinuosas callejuelas, Agulo recuerda a los pueblos circulares del medievo noreuropeo. Situada al norte de La Gomera, Agulo es la capital de municipio más pequeña de La Gomera y, para muchos, también la más bonita.
Agulo cuenta con 1096 habitantes (dato extraído de la Wikipedia en 2019) y es un pueblo auténtico y apacible, con un turismo sostenible y moderado. La agricultura sigue siendo importante: se cultivan papas, hortalizas y plátanos, aunque principalmente para consumo propio.
Una de las noches más mágicas de La Gomera acontece durante las Fiestas de San Marcos, celebradas anualmente en Agulo. Cada 24 de abril se levantan y se encienden hogeras en torno a la iglesia, sobre las que luego saltarán los jóvenes del lugar. El origen de esta arraigada tradición se pierde en la noche de los tiempos: supuestamente se trató de un ritual de la población aborigen de La Gomera, que, posteriormente, con la cristianización de la isla por parte de los españoles en el siglo XV, se consagró al patrón de Agulo, San Marcos. Desde entonces, el pueblo se vuelca en la gran fiesta de este día.
Para muchos, Agulo puede no resultar interesante como destino de vacaciones, ya que no posee una buena playa o un acceso atractivo al mar. Sin embargo, ofrece muchas otras cosas: además de la autenticidad del pueblo y la genuina amabilidad de sus habitantes, Agulo es el punto de partida perfecto para rutas de senderismo y actividades de cualquier tipo. También cabe mencionar que el promedio anual de precipitaciones es superior al registrado en el sur o el oeste de La Gomera, siendo más frecuentes las nubes e incluso una ligera niebla por las mañanas. Pero justo esta combinación de abundante sol, un poco de lluvia y un alto nivel de humedad es la que convierte a los alrededores de Agulo en a un auténtico jardín subtropical.
En la vecina localidad de Las Rosas, a cerca de 700 metros de altura, se encuentra el interesantísimo Centro de Visitantes Juego de Bolas, que ofrece información sobre la formación y la historia de la isla, así como sobre el vulcanismo y la singular flora de La Gomera. También en la zona de Las Rosas se encuentra, en un entorno idílico, el Burro Parque, una pequeña y bien gestionada granja concebida para el disfrute de los más pequeños.
Desde el Centro de Visitantes, un camino de media hora a pie (o de 5 minutos en coche) a través de un paraje de tierra roja lleva hasta el Mirador de Abrante. Desde el restaurante del mismo nombre, un túnel de cristal sobresale siete metros del borde del acantilado a modo de voladizo. Quien se aventura a entrar en él tiene la impresión de flotar a 600 metros sobre Agulo y el Atlántico. Verdaderamente, una vista de ensueño única en La Gomera.