Preciosa casa rural en Hermigua
Casa Rural Vista del Mar, en la costa de Hermigua, es una casa de campo de auténtico estilo canario, elegante, confortable y, sobre todo, rebosante de encanto. Las vigas a la vista del techo a dos aguas, la abundante madera, las paredes de un reluciente blanco alternadas con muros de piedra vista, el porche acristalado y las frondosas terrazas hacen de este el escenario perfecto para unas vacaciones idílicas.
A todo ello hay que sumarle las impresionantes vistas, que, sobrevolando el valle, se pierden en un océano infinito. Imposible no sentirse en la gloria desde el primer minuto.
Cada una de las estancias está amueblada con esmero y el maravilloso mosaico hidráulico confiere al salón un aire especial. Desde este, una gran puerta de doble hoja da acceso al dormitorio: una suite de estilo gomero. En un lateral se encuentra el porche acristalado, que cuenta con un armario y una cama supletoria. Gracias al ventanal orientado al mar y la terraza abierta, uno se siente en medio del paisaje. Una cocina totalmente equipada e inundada de luz gracias a su gran ventanal panorámico invita a dedicar horas a los fogones.
Todas las estancias tienen salida directa a la terraza, perfectamente equipada con un banco de mampostería, una mesa de comedor y cómodas tumbonas para relajarse en presencia de un hermoso hibisco. El romántico patio trasero tienta a desayunar con el sol de la mañana, o a disfrutar de su parrilla por las noches. El cuarto de baño dispone de una cómoda bañera.
Casa Rural Vista del Mar es uno de los secretos mejor guardados para sus vacaciones en Hermigua.
Casa Rural Vista del Mar se encuentra en el pequeño barrio de Los Pedacitos. A la casa, ubicada en la ladera, se sube por un camino de unos 80 escalones. El coche puede dejarse en la carretera o en un aparcamiento cercano. Los escasos vecinos se reparten por terrazas a varias alturas.
A la playa y al restaurante más próximo se llega en unos minutos a pie y el supermercado más cercano está a menos de un kilómetro de distancia. Desde la misma casa pueden iniciarse al menos dos rutas de senderismo: una discurre junto a la playa y el caserío de Lepe en dirección a Agulo, desde donde puede ascenderse por el risco de tierra rojiza hasta el Mirador del Abrante; la otra va en la dirección opuesta, atravesando el valle vecino para llegar hasta la Playa de la Caleta.